Por: Martín Moreira
El sector de los hidrocarburos en Bolivia se encuentra en una encrucijada histórica. Tras años de inacción y una notable disminución en las reservas, el gobierno nacional ha adoptado una postura firme y estratégica para reactivar y revitalizar esta industria esencial. La implementación del Plan de Reactivación del Upstream (PRU) no solo busca recuperar las reservas perdidas, sino también impulsar la producción de hidrocarburos a niveles competitivos. Este plan se centra en la expansión hacia zonas no tradicionales, una estrategia que ya ha mostrado resultados prometedores con el descubrimiento de importantes reservorios.
La actual administración ha demostrado que no improvisa en temas tan críticos para el Estado. La nueva visión no solo aborda las deficiencias del pasado, sino que también se proyecta hacia el futuro con una renovada Ley General de Hidrocarburos. Esta normativa busca adaptarse a las realidades y necesidades contemporáneas del sector, sin comprometer la soberanía del país sobre sus recursos naturales. El objetivo es claro: atraer más inversiones para recuperar y acrecentar reservas, asegurando a la vez que el Estado mantenga el control y se beneficie plenamente de este recurso estratégico.
En un análisis más profundo, este enfoque combina la innovación con la prudencia. Por un lado, se promueven nuevas inversiones y se exploran áreas no convencionales; por otro, se reafirma la premisa constitucional de que los recursos naturales son propiedad de los bolivianos y que el Estado seguirá siendo el principal actor en su producción y comercialización. Esta dualidad de expansión y control soberano busca asegurar la sostenibilidad y seguridad energética del país, en un sector que es fundamental para su desarrollo económico y social. La renovación de políticas y estrategias pretende no solo reactivar el sector hidrocarburífero, sino también posicionar a Bolivia como un líder en la región, manteniendo siempre la premisa de soberanía y beneficio nacional.
Desde 2015, se debieron emprender labores de exploración, pero no se llevaron a cabo, dejando un vacío en la reposición de las reservas de gas natural, las cuales se estaban consumiendo debido a las demandas del mercado interno y de exportación. Por esta razón, en junio de 2021 se inició la implementación del PRU.
Durante 2023, YPFB invirtió $us 539,74 millones en diversas actividades de la cadena de hidrocarburos, incluyendo exploración, explotación, distribución, transporte, plantas e industrialización, refinación, almacenamiento y comercialización.
Se perfilan nuevas reglas para aprovechar mejor la riqueza hidrocarburífera. El Gobierno nacional trabaja en un anteproyecto de ley de hidrocarburos para actualizar y adecuar las normativas y mecanismos a los contextos actuales.
La inversión en la exploración y explotación de hidrocarburos ha sido un tema crucial en la economía boliviana. Inicialmente, durante la capitalización, no se tiene certeza sobre si se realizaron exploraciones, pero sí se sabe que se presentaron cifras infladas en las reservas de Trillones de Pies Cúbicos (TCF).
En 2006, se invirtieron $us 72 millones en exploración y $us 127 millones en explotación, sumando un total de $us 198 millones. Para 2014, la inversión aumentó significativamente, alcanzando $us 209 millones en exploración y $us 1.021 millones en explotación, con un total de $us 1.229 millones.
En 2023, se destinaron $us 259 millones a la exploración y $us 104 millones a la explotación, totalizando $us 364 millones. En 2024, se continúa con este camino de inversión, llevando adelante 42 proyectos exploratorios con una inversión de $us 227 millones en exploración y $us 121 millones en explotación, sumando un total de $us 398 millones. Esto da certezas de una buena inversión en exploración para reponer y crear nuevas reservas hidrocarburíferas.
Estas cifras reflejan la variabilidad en la inversión en hidrocarburos en Bolivia, influenciada por diversos factores económicos y políticos a lo largo de los años.
En 2024, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) destinará $us 363,72 millones a las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos, lo que representa el 67% de sus recursos de inversión específicamente. Del presupuesto de inversión programada para 2024, el mayor monto corresponde a YPFB Casa Matriz, con $us 276,79 millones (51%), mientras que las empresas filiales y subsidiarias participarán con $us 261,26 millones (48%). Además, las empresas operadoras planean invertir $us 90,90 millones (17%), según establece un boletín institucional.
Via: El Deber