El gigante petrolero brasileño Petrobras envió un equipo de especialistas en producción a Venezuela a petición del presidente Nicolás Maduro, cuyo gobierno está dando la bienvenida a las grandes petroleras a pesar de las amenazas de sanciones de EE.UU. a su industria petrolera.
De acuerdo con Bloomberg, la delegación de Petrobras visitó campos petroleros en el Lago de Maracaibo esta semana en lo que se describió como un viaje de cortesía.
Maracaibo es una región de producción clave para Venezuela y una oportunidad para que el país resucite el eje de su economía tras años de falta de inversión.
Mientras el presidente Maduro ha ido retrocediendo en su promesa de celebrar elecciones libres y justas, las principales compañías petroleras apuestan a que la administración de Biden, que se enfrenta a una dura campaña de reelección contra Donald Trump, probablemente se abstendrá de imponer las sanciones más duras relacionadas con la energía para mantener bajos los precios mundiales del petróleo y de la gasolina estadounidense.
El ministro de Petróleo de Venezuela, Pedro Tellechea, ha anunciado recientemente visitas de funcionarios de Sonatrach SpA de Argelia, YPFB de Bolivia y Petróleos Mexicanos a Caracas.
Muchos de los yacimientos de Petróleos de Venezuela han permanecido inactivos durante la última década en medio de sanciones, mala gestión y el colapso de la que fue una de las principales economías de América Latina.
La economía y la industria petrolera de Venezuela se han visto paralizadas por algunas de las sanciones más duras de Estados Unidos y por años de falta de inversión.
El año pasado, la administración Biden relajó las sanciones permitiendo a Chevron volver a los campos de petróleo pesado de Venezuela, pero ahora muchos temen que esto se revierta después de que el presidente Maduro prohibiera a la candidata de la oposición presentarse a las elecciones presidenciales previstas para julio. La prohibición ha dejado a Maduro como único candidato.
La relajación de las sanciones el año pasado condujo a un aumento de la producción de petróleo, con una media diaria de 850.000 barriles diarios en noviembre del año pasado. El Gobierno se ha propuesto elevar la producción a un millón de barriles diarios.
Al mismo tiempo, el gobierno venezolano parece tener en el punto de mira las reservas de petróleo de la región de Esequibo, que constituye dos tercios del territorio de la vecina Guyana, pero que Venezuela reclama como territorio propio.