El precio del oro no ha parado de moverse al alza la última semana, en medio de una serie de factores económicos y geopolíticos que han avivado la demanda de este metal considerado un refugio en tiempos inciertos.
El precio del oro llegó a su máximo de todos los tiempos, ubicándose por arriba de los $us 2.200 la última semana. La creciente ansiedad sobre las futuras decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) en cuanto a eventuales recortes en sus tasas de interés referenciales y la voracidad por el metal amarillo de los bancos centrales son apuntadas como las principales causas para el furor.
El oro cerró a $us 2.234,8 la onza fina, la sesión bursátil del jueves en Nueva York, antes del feriado por Viernes Santo. El metal suma un aumento del 8,5% en marzo de 2024, lo que marca el mejor desempeño mensual del oro desde julio de 2020, cuando subió un 10,8% en medio de un importante estímulo monetario y fiscal en plena pandemia del COVID-19.
En 2023, Bolivia exportó $us 2.531 millones en oro. Foto MONGABAY
“El sistema financiero mundial está efectivamente bajo una enorme presión, al nivel de los bancos centrales. Los bancos centrales no confían en los bancos centrales desde que los europeos y los americanos decidieron congelar los activos del Banco Central de la Federación Rusa. Así, hemos visto incrementarse las compras de oro alrededor del mundo en los dos últimos años”, explicó el estratega de materias primas y derivados del Bank of America, Francisco Blanch.
El analista nota que la creciente brecha geopolítica entre Occidente (Estados Unidos y la Unión Europea) frente a China y Rusia, que abarca el comercio, la política y la defensa, está en “el corazón del aumento del oro”.
En una nota reciente, los gestores de patrimonio de UBS observaron el aumento de las compras de oro por parte de los bancos centrales de todo el mundo. Según dijeron, han alcanzado los niveles más altos desde la década de 1960, con más de 1.000 toneladas métricas en los últimos dos años. Estas apuestas de los bancos centrales podrían verse como coberturas contra el dólar como moneda de reserva. Especialmente viniendo de naciones como China, también podrían representar precauciones contra futuras sanciones, en previsión de aún más perturbaciones geopolíticas.
Cuando los bancos centrales quieren diversificar sus activos tienen relativamente pocas oportunidades. Si un banco central quiere reducir la proporción de bonos denominados en dólares, la única opción viable fuera del conjunto tradicional de monedas como el euro o el yen es comprar deuda china. Obviamente, tal decisión conlleva sus propios riesgos, por lo que el oro se convierte en una opción atractiva para disminuir la proporción de deuda pública extranjera en las reservas.
Las compras de oro de los bancos centrales en 2022 y 2023 aumentaron aproximadamente un 80% en comparación con los niveles anteriores a la pandemia. El Banco Popular de China es el mayor acumulador del metal en el mundo.
Fuente: LA RAZÓN