El proceso de la industrialización del litio genera incertidumbre debido a los desaciertos que registra el proyecto en el país, según analistas. La última denuncia de ejecutivos de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) por daño económico al Estado de Bs 425 millones en la construcción y mantenimiento de las piscinas evaporíticas en el salar de Uyuni, sembró muchas dudas sobre el futuro de la extracción y producción del mineral.
Según el investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), Alfredo Zaconeta, al mal momento también se suman otros dilemas en cuanto a la provisión de materia prima, agua y gas natural para los posibles complejos industriales; al funcionamiento de la tecnología seleccionada; a su marco legal; a la subordinación tecnológica a empresas extranjeras; y a sus impactos ambientales.
Asimismo, sostuvo que las reservas de litio en Bolivia anunciadas por el Gobierno no cuentan con una certificación internacional de un tercero validado. Las autoridades nacionales anunciaron que una certificación internacional recién será posible en el segundo semestre de este año.
El investigador Carlos Arze Vargas dijo que los proyectos gubernamentales para la industrialización del litio, promovidos en los dos gobiernos del MAS, con sus “giros y retrocesos”, dejan en evidencia las limitaciones del país para enfrentar el proceso de transición energética.
Por otro lado, según YLB debido a las irregularidades en la construcción de las piscinas de evaporación en el complejo industrial de Uyuni, en “las condiciones actuales (la planta) va a poder llegar a operar y está operando solamente al 30%”.
Via: EL DIARIO