Los dirigentes potosinos explicaron que hay más de una decena de razones por las cuales se oponen a una aprobación de los contratos de explotación de litio en el Salar de Uyuni, al que ellos conocen como ‘Salar de Tunupa’, pero dijeron que hay 10 razones principales.
1.- La transferencia tecnológica, precisó el dirigente y activista de la región, Milton Lérida, quien dijo que chinos y rusos traerán su maquinaria, la instalarán y se harán cargo ellos, y en 20 años recién pasarán el equipo a Yacimiento del Litio Boliviano (YLB); pero no habrá mano calificada para operar los equipos.
2.- Las dos empresas, la rusa Uranion One Group y la empresa china Samsung CBC están interesados en el carbonato de litio, pero se llevarán además otros siete minerales que existen en el salar: cloro, sulfatos, sodio, boro, potasio, litio, calcio y magnesio, por los que no pagarán nada.
3.- “El agua”, dijo Lérida y explicó que para la extracción directa de litio se requerirá de mucha agua y las dos únicas fuentes son: una del sector de Caiza, que facilita agua al lugar y la otra de la comunidad de Río Grande. Creen que en menos de 7 años las dos comunidades serán pueblos fantasmas.
4.- La consulta previa. No existe ninguna posibilidad de que el gobierno realice una consulta previa ni siquiera a las dos principales comunidades que aportarán con el agua dulce, porque serán estas comunidades las que pagarán con su exterminio esa explotación.
5.- Las dos plantas; rusos y chinos se asentarán en el Delta del Río Grande, que es la zona de mas riqueza de litio, según los estudios que hicieron en los años 90, del siglo pasado. Las dos empresas eligieron ese lugar para instalarse; los potosinos creen que no es casual esa decisión.
6.- Las regalías. Los dirigentes no comprenden por qué YLB aceptó pagar las regalías al departamento, cuando debía ser la empresa explotadora de los recursos la que pague esas regalías.
7.- El monto. Los potosinos consideran un ‘insulto’ el pago de 3% de regalía minera por la explotación de litio, que mantendrá al país por más de 30 años; en sus exigencias pusieron al menos del 10% o el 11% tal como se hacía con los hidrocarburos.
8.- Las penalidades. El contrato no puede ser modificado de ninguna manera, si Bolivia cambia las condiciones debe pagar todo lo invertido por las empresas. Además las empresas no cobrarán en efectivo, será en producción, es decir que cobrará la multa en mineral.
9.- Multas. Las cláusulas del contrato respecto de precio y porcentaje de distribución son ‘confidenciales’ entre el Estado y la empresa y no puede ser revelada bajo pena de ser sancionada y pagar otra multa en carbonato de litio.
10.- El paisaje. La explotación de litio acabará con el paisaje actual que ofrece el inmenso Salar de Uyuni y en mediano plazo, afirman los dirigentes se habrá perdido la belleza que incluso llevó a que sea incluida en una película internacional taquillera.
Via: El Deber