En la apertura del 23er Período de Sesiones del Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre Cuestiones Indígenas, el Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, David Choquehuanca, lanzó una crítica contundente al ’capitalismo verde’, calificándolo como un nuevo disfraz para continuar privatizando la riqueza y el conocimiento y socializando la pobreza en el mundo.
“A los pueblos ancestrales no nos interesa sanar el sistema civilizatorio occidental creado en la división, en la confrontación, en el sometimiento, en la codicia y en la manipulación del dinero,” declaró Choquehuanca. Su discurso resaltó la desconexión del modelo de desarrollo occidental con las leyes naturales que han sostenido la vida en la Madre Tierra durante milenios.
El Vicepresidente boliviano criticó duramente las políticas actuales del modelo civilizatorio occidental que, según él, solo sirven para perpetuar un sistema dañino: “Vivir en un mundo separado de las leyes de la Madre Tierra no es Vivir Bien. Los pueblos ancestrales observan cómo el sistema civilizatorio del occidente se cae a pedazos y cómo sus operadores políticos construyen agendas para reanimarlo junto a la retórica de desarrollo sostenible, capitalismo verde, crisis climática, economía verde, aristocracia verde, dinero verde, energía verde, neo imperialismo verde y otros.”
Choquehuanca enfatizó en la importancia de un cambio radical en la relación entre humanidad y naturaleza, basado en el respeto profundo y el entendimiento de la interdependencia vital entre ambos. “El horizonte de vida de los pueblos ancestrales originarios pone en el centro la totalidad de la vida. Coincidimos que la Madre Tierra es la fuente y el fundamento de vida de sus hijas e hijos. Coincidimos que la vida es el fundamento de todo derecho por lo que los derechos de la Madre Tierra son antecesores a todo estado de derecho y son el fundamento del derecho mismo y de los derechos humanos,” afirmó.
Choquehuanca concluyó su discurso con una invitación a todos los pueblos y naciones a adoptar una postura más integradora y respetuosa hacia el medio ambiente, destacando la necesidad urgente de una Geapolítica del Vivir Bien que coloque a la Madre Tierra en el centro de toda acción política.